sábado, 1 de enero de 2011

Los orígenes del apellido LLORENTE


LLorente, o Lorente, es un apellido que puede trazar sus líneas ancestrales primero en Italia, más precisamente en Florencia, y luego en España, en donde se expandió por Galicia y Castilla, principalmente. El apellido se derivaría del nombre Lorenzo, del latin antiguo «árbol de laurel», y habría honrado a San Lorenzo († 258 AD).

Existen registros del patronímico Llorente del siglo IX, cuando los nobles visigodos se refugiaron en las montañas de Santander, al noroeste de España, más precisamente en Rincón de Soto, La Rioja, como consecuencia de la invasión musulmana. Asturias fue conquistada pero liberada en 722 por el rey Don Pelayo en Covadonga. La zona, convertida entonces en reino, fue el punto de partida de la Reconquista. En 1139, el reino astur fue dividido en dos territorios y la mitad meridional, llamada Portugal, se convirtió en un reino independiente. Allí el apellido devino Lourenco.

Los portadores del nombre también se instalaron en otros países. En Alemania el apellido se transformó en Lorenz o Lorentz ; en Inglaterra, en Lawrence; en Escandinavia, Larsen ; en Italia, Lorenzi, y en Francia, en Laurent o Lorent, Lorend (Bretana), Lorens (Lot-et-Garonne), o Lorenti (Corsica).

Miembros de este linaje probaron su nobleza en la Orden de Carlos III, en 1807 en la persona de don Antonio Llorente y González, caballero de la Orden citada. En 1722 don Jacobo Llorente y Araujo fue proclamado Marqués de Astariz.


En mi familia, la nuera de Ignacio de Baro y Guzmán y mi sexta-abuela era Escolástica LLorente. Ella nació a mediados del siglo XVIII, en Campo de Villavidel, León. Era hija de Francisco LLorente y Micaela Reguero, se casó con Ignacio Baro Benavides, y tuvo, al menos, siete hijos : Ignacio (????), Francisco (1772), María Josefa (1779), Juan (1785), Micaela (1789), Lorenza (1791), y María Jacinta (1797).

Los orígenes del apellido PADIERNA

Perentorio es notar que, en distintas páginas del “Indice de la colección de don Luis de Salazar y Castro”, don Antonio de Vargas-Zúñiga y don Baltasar Cuartero remiten indistintamente, del nombre de Padierna al de Villapadierna y viceversa, debido al empleo común de apellido, nombre de linaje y titulación de nobleza, según momento y lugar. Ya en 1736, una genealogía de Rallol reconoce la ya conocida y molesta redundancia en la forma completa de Padierna de Villapadierna: pues "los Padiernas, de Villapadierna son".

El raro apellido emerge de la diptongación del nombre de Paterno, o Paterna, procedente de tiempo de la ocupación romana de la cultura astur, sumado con el nombre de lugar, y luego linaje, al hecho de presidir una villa en la vieja ruta vadiniense del valle del Esla. El propio rey leonés Ramiro I, que es leyenda que tuvo al buen García Padierna a su lado, entre los bravos campeadores de la batalla de Clavijo, iría a casar con una Paterna, un nombre que en antiguo leonés quedó en Padierna; y por no ser germánico no produce patronímico. Los nombres de pila en la casa iban a ser de tradición goda, como se ve en Violante, Rui, Brianda, Hernán, Grimanesa, Ramiro, Leonor, Felipe, Constanza, Aldonza, Elvira, Gutier o Guntrodona, esto a parte de los Bernardos, clásicos de la casa de Quirós. O bien de la cornisa cántabra y vascuence, como en Mencía, Lope, Hortún, García, Furtado, Nuño o Sancho, con un par de opciones helenas como Tirso y Toribio; sólo a partir del siglo XVII van a ser progresivamente latinos, con Franciscos, Antonios, Luises y Manueles, instaurándose finalmente como clásicos de la casa los de Gabriel, Felipe, Ramiro, María y Juan.

De solar originado en las Asturias de Gijón y el Reino leonés, la casa de Villapadierna desciende en línea recta de los señores del lugar y castillo de su nombre y otros mayorazgos del alto Esla y sus varones han sido adelantados de Tierra de Campos, conquistadores en la laguna de México y el Perú y regidores perpetuos en León, Palencia y Salamanca. Darían su nombre a una aldea montañesa que elevaron a villa, antes de pasearlo siglos después por las arenas de la competición internacional. Han estado o se perdieron en las casas de Quirós, y de la Barca, y fueron Quiñones, Barba y Mendoza, como Pereyra y Prado. Y, entre viajes, auges y bajas, ya en el siglo XIX pararon en otras como Arión, Alcalá-Galiano, Hohenlohe o Cánovas del Castillo, o entrando ya el XX han sido Cavalcanti, Benidoleig, Pardo Bazán o Torre de Cela. Y lo ganado por lo perdido, sumado todo en su historia, como dice el adagio del compilador en uno de los citados papeles genealógicos, vino a ser así que, con más o menos fortuna “al cabo de los Años mil, suele embiar (sic) Dios las Aguas por donde solìan ìr”. Y de ahí que por aquí sigan.

Tractatus de Hispaniorum Nobilitate et exempione. Juan García de Saavedra. Alcalá, 1557

Mi sexta-abuela Ángela Padierna, de Gigosos, León, nacida alrededor de 1770, se casó con Antonio Provecho. Del matromonio nació Micaela Provecho, quien hacia 1820, en Cabreros del Río, León, se casó a su vez con Pedro Getino y tuvo, al menos, seis hijos: Marcela (1820), Miguel (1822), Antonio (1825), Esteban Juan (1828), Micaela (1832), y Josefa (1833).


Fuente: Casa de Padierna

Descendientes de Francisco de Baro y Diez

El tatarabuelo de mi tatarabuelo Francisco de Baro, nacido en Vegaquemada de Boñar, León, el 15 de agosto de 1656, era hijo de Juan de Baro y de María Diez, de Palazuelo de Boñar y de Vegaquemada de Boñar, León, respectivamente.

Vegaquemada de Boñar

Francisco contrajo matrimonio, también en Vegaquemada, el 15 de mayo de 1678 con Catalina (Chatalina) Fernández, y tuvo, al menos, tres hijos: Pedro de Baro, Felipe (Phelipe) de Baro, y Bartolomé de Baro.


Palazuelo de Boñar

Mi sexto-abuelo Pedro se casó con Isabel de Guzmán y se instaló en Cabreros del Río, León. Su hermano Felipe, se mudó a Palacio de Valdellorma, León, en donde murió antes de 1774. Desconozco si dejó descendencia en España, o en algún otro país, como por ejemplo Cuba o México. Y su hermano Bartolomé, que había nacido en Candanedo de Boñar, León, se casó probablemente con Josefa Mendoza y se fue a Lugán (o Luján) de Boñar, León, en donde falleció también antes de 1774.


Candanedo de Boñar

Si este Bartolomé fue quien efectivamente contrajo matrimonio con Josefa, del matrimonio nació, al menos, un hijo llamado Juan de Baro quien, a su vez, el 16 de septiembre de 1723, en Devesa de Boñar, León, se casó con Ana María López.


Palacio de Valdellorma

Juan y Ana María tuvieron un hijo llamado Domingo de Baró que se casó dos veces. Primero, con Petra Sánchez. Y luego, el 6 de febrero de 1675 en Barillos de las Arrimadas, León, con Leonor de Castro del Valle, con quien tuvo cuatro hijos : Domingo, Fermín, Pedro y María.


Lugán de Boñar

¿Alguien tiene más información sobre estás ramas de la familia Baro?