jueves, 16 de septiembre de 2010

Los orígenes del apellido REGUERO

Los del apellido Reguero descienden del antiguo palacio ó casa solar de Reguera, que estaba ubicado en el valle de Cabezón de la Sal, Cantabria. En casi todos los núcleos de población pertenecientes a dicho valle, existían una o dos familias de notables; una serie de linajes, de familias acaudaladas, que quedarán ligadas a la historia de Cabezón desde esos momentos. A los Cos, o Guerra, que mediatizaban la administración local medieval, se unen en la Edad Moderna otras casas, como la de los Gómez de la Torre, en Casar y Riaño de Ibio; Gayón en Carrejo; y Fernández de la Reguera o Ceballos en Cabezón de la Sal. Estas últimas, habituales en cargos administrativos y monopolizando actividades de gran rentabilidad económica; como administradores de las salinas o escribanos.

De Cantabria, varias lineas se distribuyeron por España, asentándose principalmente en Valladolid, Asturias, y León. Por ejemplo, Antonio Blanco Reguero, de Valladolid, probó su hidalguía en 1715; Domingo del Reguero, de Somiedo, Asturias, lo hizo en 1746; Francisco y Juán del Reguero, de Avilés, Asturias, lo hicieron en 1806; y Matías del Reguero, de Léon, en el mismo año.

Los Reguero pasaron luego a América. Pedro Reguero, hijo de Pedro Reguero y Jacinta Gutierrez de Solís, de Madirid, se embarcó en 1669 con destino a Guatemala, como criado de Alonso de Mesa. Pero otros lo hiceron más tarde, hacia diferentes países. Juan Domingo González de la Reguera (Comillas 1720 - Lima 1805), por caso, llegó a ser arzobispo de Lima. Hoy podemos encontrar personas con el apellido Reguero en Argentina, México, Chile, Perú, etc.

Mi tatarabuela, Mariana del Reguero, era de Villar de Sobrepeña, León, cerca de Villapadierna. Ella se casó con Mariano Alonso, de Cubillas de Rueda, también de la zona. Sin embargo, no fue mi único antepasado con ese patronímico. Micaela Reguero, mi quinta abuela, de Cabreros del Río, León, se casó con Francisco Llorente, de Campo de Villavidel, León, a mediados del siglo XIX. Y su bisnieto, Antonio Baro, se casó cien años después con Tomasa Reguero, hija de Juan Reguero y Juana Getino.

El blasón de los Reguero: En campo de sinople, una torre de oro y saliendo de su homenaje, un brazo armado con una espada desnuda en la mano teñida de sangre.