martes, 29 de noviembre de 2011

Acerca de Benito BARO

Graciela Baro, hija de Benito Baro Bullo, gentilmente nos envía esta interesante información sobre uno de los primeros Baro nacidos en Argentina. Él no aparece en los censos, pero era uno de los ocho hijos de Benito Baro, abogado, y de Josefa Bullo, ambos de San Nicolás, provincia de Buenos Aires. Algunos de ellos, en cambio, si aparecen listados en una entrada previa de este blog.

No debe confundirse este Benito BARO, nacido en Argentina, con mi tatarabuelo Benito BARO, nacido en Cabreros del Río, León, circa 1825.


Benito BARO (1863-1953)

Benito Baro, que dejó de existir a los 90 años el 12 de agosto de 1953, fue un trabajador infatigable. Huérfano y desvalido, lo crió con amor entrañable su abuela, ingresando a la escuela Nº 1 de Manuel Fernández Gandara, de donde paso a la de Leopoldo Grillo.

Completo sus conocimientos en el Seminario Conciliar de Buenos Aires en 1876, estudiando Humanidades durante tres años, pasando de allí al Convento de Santo Domingo. Concluida su educación en 1881, fuese a Mendoza, dedicándose durante dos años a tareas comerciales y emprendimiento después de trabajos de campo en la provincia de Santa Fe.

Posteriormente se instaló en Pergamino como telegrafista del F.C. Provincial durante cinco años. Al dejar el puesto compró en aquella ciudad una cocheria.

El 6 de enero de 1891 abrió sus estudios de asuntos jurídicos con el Dr. Domingo Susviela y con el mayor Dalmiro Castex. Cuando se inauguró el edificio municipal de la ciudad de Colon, concurrió a ese acto de presentación de la comuna de San Nicolás, en su carácter de Vicepresidente del Concejo Deliberante, pronunciando un elocuente discurso. También despidió los restos de Juan Manuel Argerich en nombre del municipio.

Fue por muchos años apoderado de la Intendencia y perteneció por largo tiempo al Consejo Escolar, abonado de su peculio los sueldos de los maestros cuando se encontraban atrasados. Ha sido apoderado del Banco Español del Rió de la Plata durante dieciocho años y, por espacio de dos años y ocho meses, desempeño el cargo de Juez de Paz, con honorabilidad y competencia.

No obstante su laboriosa actuación pública, ninguna representación estuvo presente en las exequias, con la salvedad del Colegio de Procuradores que designó su orador a contador don Pedro Cerrutti.

Desapareció con don Benito Baro un caballero gentil, cumplido y jovial, de idiosincrasia inconfundible y hasta hace poco se lo veía concurrir con frecuencia en los sitios d reunión y buena sociedad en donde se lo distinguía por su don de gentes.

Fuente: www.buscandohistoria.com.ar/Biografias/b.htm#Baro,%20Benito